Cada vez las horas que pasamos en el cole son más, así que comenzamos a iniciarnos en algunas rutinas, aprendiendo vocabulario y canciones del otoño, conociendo algunas celebraciones de nuestro entorno como la Magosta y Halloween (ya que nuestro pasillo pronto estará decorado para la gran fiesta del 29 y no queremos que nuestros más pequeñines se asusten).
Estamos aprendiendo a hacer un trenecito para movernos por todo el cole, aprendiendo a disfrutar de nuestro patio y conociendo las normas.
Y en nuestra clase nos comenzamos a reunir en la colcho, los 18 juntos, para saber qué vamos a hacer, dónde vamos a ir, como lugar de espera para lavarnos las manos....
También empiezan los lloros, ya no tanto por echar en falta a mamá y a papá (que en ocasiones también), sino porque no nos gusta cuando nos enseñan NORMAS, y nos enfurruñamos muchísimo cuando somos recriminados al pegar, morder o empujar.
¡Y EMPEZAMOS CON LOS DESAYUNOS,
POCO A POCO YA SOMOS VARIOS LOS QUE VAMOS COMIENDO LA FRUTA!
¡Ah, se nos olvidaba, además de Marta, ya comenzó también la profesora nativa que dos días a la semana vendrá a cantar, contar cuentos, jugar...., todo en inglés y se llama Charlotte!
Si queréis ver un poquito más, pinchad en la foto en la que nuestros brazos se agitan como las ramas con el viento del otoño
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